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Por qué votar a Izquierda en Marcha para la Junta Departamental de Paysandú

En un escenario político marcado por la comodidad de las fórmulas tradicionales y la monotonía de los discursos predecibles, surge la necesidad de oxigenar la vida departamental con voces nuevas, firmes en sus convicciones y comprometidas con el cambio real. Izquierda en Marcha representa esa renovación: un colectivo territorial que ha demostrado, en barrios y localidades, que la política es la herramienta más poderosa para transformar las condiciones de vida de la gente.
  1. Militancia de base, no marketing vacío
    A diferencia de los partidos que invierten recursos en spots y propagandas, Izquierda en Marcha ha priorizado el contacto cotidiano: recorridas casa por casa, actos culturales en plazas, encuentros con cooperativas y charlas en sindicatos. Esa cercanía genuina se traduce en un mapa de necesidades realista y en propuestas construidas "desde abajo", no copiadas de manuales lejanos.

  2. Compromiso con la transparencia y el control ciudadano
    La Junta Departamental debe ser un espacio de fiscalización y de impulso de políticas públicas, no un club de acuerdos oscuros. Izquierda en Marcha propone mecanismos de rendición de cuentas periódicos, audiencias abiertas en cada alcaldía y la publicación accesible de cada gasto y compra. Gobiernan con la lupa puesta en cada peso.

  3. Agenda social integral
    Más allá de los reclamos puntuales, el colectivo articula ejes que se retroalimentan:

    • Vivienda digna: impulso a cooperativas, articulación con MEVIR y normativa de uso de suelo social.

    • Trabajo justo: compras municipales a productores locales, fondos rotatorios para microemprendimientos y apoyo técnico a feriantes.

    • Cultura y educación popular: centros culturales barriales, talleres de oficios y espacios para expresiones artísticas de base.

  4. Defensa de los derechos vulnerados
    Izquierda en Marcha no olvida a los que suelen quedar atrás: personas mayores, migrantes, colectividades afrodescendientes y rubros informales. Sus propuestas incluyen acceso al transporte social, creación de un observatorio de discriminación y programas de alfabetización digital para adultos mayores.

  5. Visión ecosocial
    La defensa del medio ambiente no es un adorno: es política de futuro. Promueven energías limpias en edificios públicos, protección de humedales y un plan de manejo de residuos basado en la reducción, reutilización y reciclaje, con participación activa de cooperativas locales.

En definitiva, votar a Izquierda en Marcha es respaldar un proyecto de poder popular: una fuerza que no viene a administrar migajas, sino a reorientar los recursos y la toma de decisiones hacia quienes históricamente han sido postergados. Es elegir representantes que rinden cuentas ante la comunidad y que convierten la Junta Departamental en un espacio de deliberación constante.




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